Daniel Cormier estuvo a punto de tener que cancelar la pelea estelar de UFC 230 unas horas antes del evento.
El campeón reveló haber sufrido un problema en la espalda la mañana del sábado. Por increíble que parezca, fue un simple estornudo lo que estuvo a punto de forzar a ‘DC’ a cancelar la pelea ante Derrick Lewis.
“Me lastimé seriamente la espalda esta mañana. Algunas veces entro al octágono y escucho cuestionamientos ¿cuándo se hará viejo este tipo? Podría pasar de la noche a la mañana. Yo creí que me había pasado esta mañana cuando estornudé, y me lastimé la espalda. De verdad. Tenemos algunas fotos que quizás mostremos en la semana. Estornudé y me lastimé la espalda. Quise salir a hacer mi corrida matutina pero no pude.”
Luego de lo sucedido, UFC envió gente del Performance Institute al cuarto de Cormier para ayudarlo. El problema parecía tan grave que el equipo empezó a plantearse cancelar la pelea.
“Como a las 12 o la 1 llegamos a un punto en el que Bob Cook (uno de sus entrenadores) fue claro. Me dijo ‘si no mejoras, vamos a tener que decidir si vas a pelear o no.’ Estuvo muy cerca.”
Conforme avanzó el día, ‘DC’ empezó a sentirse mejor y se sintió capaz de pelear. Fue simplemente un susto, y un recordatorio que a sus 39 años ya no es un jovencito.
“Me asusté porque no tenía idea de cómo iba a explicar eso. Estornudé y me lastimé la espalda, eso es envejecer, eso es lo que es.”
Al final, Cormier pudo pelear y someter con facilidad a Derrick Lewis para defender el título. De esta forma, Daniel se convierte en el primer peleador en defender cinturones de dos divisiones diferentes.
“Les he dicho durante mucho tiempo que quiero ser recordado cuando me retire de este deporte. Creo que cuando logras cosas que nunca se han hecho antes te aseguras de siempre ser considerado cuando la gente hable de los mejores peleadores de la historia. Es realmente increible.”