Sean O’Malley no pensó que estuviera en verdadero peligro cuando Merab Dvalishvili le tomó la cabeza en una llave frontal durante un intercambio de grappling en el tercer asalto, pero solo unos segundos después, la pelea había terminado.
Fue una secuencia impactante para el ex campeón de peso gallo, quien se vio obligado a rendirse por primera vez en su carrera, lo que puso fin a su revancha con Dvalishvili en el evento principal de UFC 316. Días después del combate, Sean O’Malley y su entrenador Tim Welch hablaron sobre la sumisión y la confianza que mostró Dvalishvili al sujetarle el cuello, a diferencia de su primer encuentro en septiembre pasado, donde solo buscó mantener una posición ventajosa.
“Fue raro. Porque no sentí que fuera a estar apretado”, dijo Sean O’Malley en su canal de YouTube. “Sentí que él solo estaba estancando la posición como suele hacerlo, pero se apretó rápido.
“Pensé: ‘oh, mierda’. No me di cuenta de cuánto tiempo quedaba. Ojalá hubiera estado en mi guardia en vez de intentar ponerme de pie y hacer algo. Pero no hay excusas.”
Después de haber llegado a la decisión con Dvalishvili en su primer combate, Sean O’Malley no tuvo más que felicitar al georgiano por haber finalizado la pelea en la revancha.
A pesar de que pasaron menos de nueve meses entre peleas, Sean O’Malley reconoció que Dvalishvili hizo los ajustes necesarios e incluso se mostró más fuerte en la revancha.
“Se sintió fuerte la vez pasada, pero esta vez se sintió increíblemente fuerte,” dijo Sean O’Malley. “Es el mejor peso gallo de todos los tiempos.”
Aunque el resultado no fue el que quería, O’Malley admitió que su perspectiva tras esta derrota fue muy diferente a la de su primer combate con Dvalishvili.
En parte, eso se debe a que salió saludable, afirmando que su cuerpo se siente muy bien, a diferencia del combate anterior en septiembre pasado donde tuvo que operarse la cadera inmediatamente.
Esta vez, Sean O’Malley sabe que aún necesita hacer cambios antes de volver a competir, pero se siente bien física y mentalmente, y reconoce que su vida podría ser mucho peor.
“Pasar por algo así y que llegue el domingo, el lunes, y no sentirme triste en absoluto, es algo importante”, dijo Sean O’Malley. “Sigo sintiéndome muy feliz. Un poco decepcionado por el resultado. Me siento frustrado, pero no hay tristeza en mí.
“Tengo a mi hija de 14 días dormida sobre mi pecho, Elena, [mi esposa] Dani está a mi lado. Cierro los ojos y pienso: cuando él cerró la guillotina, pude haber hecho algo, esto o aquello… pero ya no hay nada que hacer. Paso al siguiente pensamiento, no me quedo estancado en eso ni me hundo en un agujero negativo. Me sigo sintiendo muy bien.”
Con dos derrotas consecutivas ante Dvalishvili, Sean O’Malley sabe que enfrentará a otro oponente en su próxima pelea, pero por ahora no quiere ni hablar de eso.
Uno de sus amigos sugirió durante el podcast una pelea contra Umar Nurmagomedov, quien perdió por decisión ante Dvalishvili en enero, pero sigue disponible actualmente.
Puede ser interesante, pero por ahora, Sean O’Malley solo quiere descansar y más adelante pensará en posibles rivales y fechas para volver.
“Es agradable no pensar en una pelea ahora”, dijo Sean O’Malley. “Porque quiero relajarme por unas semanas, y es mucho mejor así. Incluso si el UFC dijera ‘creemos que sabemos qué haremos contigo’, ni siquiera quiero saberlo ahora. Déjenme descansar cinco minutos.”