Michael Bisping sorprendió a mucha gente durante su discurso de inducción al salón de la fama de UFC. Bisping comentó un incidente de su pasado. El británico pasó un mes en una prisión de máxima seguridad.
Lo anterior como resultado de una pelea callejera en donde pateó a una persona en la cabeza, dejándolo noqueado. Bisping relata toda la historia en su autobiografía ‘Quitters Never Win’ que saldrá a la venta el próximo primero de noviembre.
Durante la más reciente edición del programa de Ariel Helwani en ESPN, Michael Bisping se abrió acerca del tema, y comentó algo acerca del penoso incidente.
“Fue una pelea en un bar. Fui al baño y mi amigo estaba en el suelo siendo golpeado en la cabeza por dos personas. Por lo tanto, ¿qué vas a hacer? La pelea comenzó, y continuó en la calle. Luego un sujeto utilizó a una mujer como escudo humano, como una distracción mientras otro sujeto se acercaba a mí, con mi vista periférica lo pude ver. Tal vez hoy en día con mi vista lastimada, no podría verlo. Pero en ese entonces tenía una visión perfecta 20/20 y mi vista periférica estaba bien.
Lo vi acercándose con el puño cerrado, sabía lo que iba a hacer, y después de años de entrenamiento en artes marciales, pues decidí derribarlo con una patada a la cabeza. Tal vez reaccioné de más, tal vez no debí haber hecho eso. Él se fue al piso, la policía me arrestó y fui a prisión por un tiempo.”
¿Por qué Bisping nunca mencionó el incidente antes en las innumerables entrevistas o podcasts en los que ha participado? No quería que ese momento lo definiera.
“Lo mencioné en el discurso, resbalé un poco la lengua porque viene en el libro. Sabía que saldría pronto. En su momento estaba tratando de dejar eso atrás, convertirme en una nueva persona, re inventarme a mí mismo. Por supuesto, cuando estaba joven cometí muchos errores, muchas personas lo hacen. Sólo soy humano. Tal vez cometí algunos más que otras personas. Me encontraba con problemas con la ley varias veces. Nunca fui un criminal, pero siempre estaba listo para involucrarme en una pelea, imagínate, me volví un peleador profesional. Pero, sí, fui a prisión cuando Rebecca tenía siete meses de embarazo, eso obviamente fue el punto más bajo para ella y para mí.”
“Cuando me convertí en peleador de artes marciales, no quería que eso fuera un estigma. No quería ser el ‘Oh, mira esto, otro tipo duro, otro criminal que entra a la jaula de pelea’. Porque automáticamente asumes cosas erróneas. Por lo tanto, nunca hablé del tema. Claro que no estaba orgulloso de eso, y era una parte de mi vida que decidí olvidar y dejar en el pasado. Convertirme en alguien nuevo. Pero, ahora que mi carrera dentro del deporte ha terminado, he escrito un libro, creo que es justo contar la verdad.”
En cuanto a su opinión sobre la prisión, se trata de lo que cualquier pudiera esperar.
“Fue una mi3rd4. No tengo prisa por regresar. Fue terrible. Por alguna razón fui a una prisión de máxima seguridad, 23 horas encerrado, 1 hora fuera de tu celda, te pasas el día dando vueltas en círculos, no fue divertido. Pero, me enseñó algunas lecciones.”