Khamzat Chimaev

No hay otra forma de decir esto: El pesaje oficial de Khamzat Chimaev para UFC 267 fue un completo desastre.

Khamzat Chimaev, fue el último peleador en presentarse al pesaje en el hotel anfitrión de UFC en Abu Dabi. Subió a la báscula cuando quedaban solo unos minutos antes del tiempo límite. Hubo preocupación antes de que subiera a la báscula, ya que, este fue el primer recorte de peso desde su lucha contra el COVID-19 el año pasado.



En su primer intento, Khamzat Chimaev se quitó la ropa y pesó 171.5 libras para su pelea de peso welter con Li Jingliang, solo media libra por encima del límite. Sin embargo, algo estaba mal, se podían ver sus manos sujetando la toalla. Nadie le pidió que las levantara. Así fue como se quedó con 171.5 libras. Después de esto, se le dio una hora para reducir esa media libra extra.

Aproximadamente 45 minutos después, Chimaev regresó y se desnudó nuevamente. Cuando subió a la báscula esta vez, era obvio que estaba tratando de hacer trampa apoyándose en la toalla. Su peso en el segundo intento: ¡166 libras! ¿Cómo podría ser eso posible?

La coordinadora de pesajes de UFC, Heidi Dean, no podía creerlo. “¿Ciento qué? ¿Cuánto fue?” preguntó en voz alta. “¿Ciento sesenta y seis? ¿Perdió cinco libras?”

No, no lo hizo. Estaba claro que el número dramáticamente menor tenía mucho que ver con las obvias travesuras de Chimaev con la toalla. Sin embargo, la versión oficial fue “algo salió mal con la báscula”, según el operador de la báscula. Entonces, hubo un mal funcionamiento de la báscula, y para un tercer intento todo estuvo en orden.

En ese tercer intento, el operador de la báscula le indicó a Chimaev que levantara los brazos por encima de la toalla. Khamzat obedeció y logró pesar 171 libras. ¿Quizás eso significa que los intentos de Chimaev de hacer trampa fueron innecesarios?

Lo que importa realmente con el evento Abu Dabi es que UFC se autoregula. Por lo tanto, no tiene que rendirle cuentas a ninguna comisión atlética.

 

Nate Diaz